Estamos en la ” Semana de la lactancia materna”

Del 1 al 7 de agosto se celebra en más de 170 países la Semana Mundial de la Lactancia Materna, cuyo objetivo es fomentar la lactancia materna, o natural, y mejorar la salud de los bebés de todo el mundo.
Esta Semana Mundial de la Lactancia fue proclamada oficialmente por la OMS y UNICEF en 1992 coincidiendo con el Aniversario de la Declaración Innocenti, formulada por altos cargos de estas dos organizaciones en agosto de 1990 con el fin de proteger, promover y respaldar la lactancia materna.
Sin embargo en Europa, y también en España, por ser agosto pleno periodo vacacional, la Semana de la Lactancia Materna se celebra en octubre. Esta fecha se eligió porque, si un embarazo empezara el 1 de enero, la fecha probable del parto y el comienzo de la lactancia serían en la semana 41 del año, en octubre. Así que se ha elegido para celebrar la Semana Mundial de la Lactancia Materna, el primer domingo de octubre.
Estos días se hacen actividades al aire libre dedicadas a fomentar la lactancia en todo el mundo, y se lee un manifiesto elaborado por la World Alliance for Breastfeeding Action (WABA), que es el organismo que se encarga cada año de organizar el evento.
2021: “Proteger la lactancia, una responsabilidad compartida”
En esta nueva edición, el lema elegido es “Proteger la lactancia, una responsabilidad compartida”, considerando de esta manera a la lactancia como un hecho cultural colectivo que requiere un abordaje intersectorial y comunitario.
En ese sentido, la lactancia no debe ser entendida como responsabilidad únicamente de la persona que amamanta y se debe promover la igualdad de derechos entre géneros, personas con capacidad de gestar y acompañantes. Para poder sostener la lactancia es necesario el acompañamiento de la pareja, la familia y todo el entorno. A su vez, los ámbitos de trabajo deben adecuarse y propiciar ambientes que contribuyan a esta tarea.
A través de leyes y políticas públicas, el Estado también cumple un rol fundamental en garantizar los derechos de las personas a amamantar y ser amamantadas. En nuestro país existe un amplio cuerpo normativo vigente, como la Ley N° 26.873 de Lactancia Materna o la recientemente sancionada “Ley de los 1000 días”, que ofrece acompañamiento y asistencia en el embarazo y durante los primeros tres años de vida de los niños a todas las personas gestantes que no cuenten con los recursos necesarios.
En Argentina, la prevalencia de lactancia al momento del nacimiento es de más de un 95%. Sin embargo, a los 6 meses, la lactancia exclusiva se reduce bruscamente y se ubica alrededor del 40%. Según datos relevados en 2018 de la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud, 1 de cada 10 lactancias se pierden por motivos relacionados al regreso laboral.
La lactancia es beneficiosa tanto para el bebé como para la persona que amamanta. En lactantes, baja la incidencia de infecciones respiratorias y de diarrea, reduciéndose el riesgo de hospitalización por ambas patologías en un 57% y 72%, respectivamente. A largo plazo, también se observa que disminuye en 26% el impacto del sobrepeso y de 35% en diabetes tipo 2. A su vez, la lactancia brinda una oportunidad de reforzar el apego, con beneficios para el desarrollo infantil.
El Ministerio de Salud de la Nación recomienda la lactancia exclusiva a demanda desde la primera hora de vida hasta los 6 meses cumplidos. Luego, se aconseja complementar con la incorporación progresiva de alimentos apropiados para la edad, manteniendo la lactancia hasta los 2 años o más.